La parábola El Dardo de Buda explica bien la diferencia entre dolor y sufrimiento:
Un laico no instruido, ¡oh monjes!, experimenta sensaciones agradables, experimenta sensaciones dolorosas y experimenta sensaciones neutras. Un discípulo noble y bien instruido también experimenta sensaciones agradables, dolorosas y neutras.
¿Cuál es la distinción, la diversidad, la diferencia que existe entre el bien instruido y el no instruido?
Cuando el laico no instruido es tocado por la sensación dolorosa, se preocupa y aflige, se lamenta, golpea su pecho, llora y se demuda. De este modo experimenta dos clases de sensaciones, una sensación corporal y una mental. Es como un hombre atravesado por una flecha y a cuya herida de la primera flecha sigue el choque de una segunda flecha. Entonces dicha persona experimentará sensaciones causadas por las dos flechas. […]
Habiendo sido tocado por la sensación dolorosa, se resiste (y se resiente). En aquel que se resiste (y se resiente) a la sensación dolorosa, se produce en su mente una tendencia subyacente de resistencia contra la sensación dolorosa y bajo el impacto de esa sensación dolorosa, recurre a gozar de la felicidad sensual. […]
Pero en el caso de un discípulo noble y bien instruido, cuando sea tocado por una sensación dolorosa, no se preocupará, ni se entristecerá, ni se lamentará, no golpeará su pecho, ni llorará, ni se demudará, porque sólo experimentará una clase de sensaciones: la sensación corporal, pero no la mental. Es como un hombre alcanzado por una flecha, pero no por la flecha que sigue a la primera. Por ello esta persona experimenta tan sólo las sensaciones causadas por una única flecha. Así es el caso del discípulo noble y bien instruido: al ser tocado por una sensación dolorosa, no se preocupará, ni se entristecerá, ni se lamentará, no golpear a su pecho, ni llorará, ni se demudará. Experimentan sólo una sensación, una sensación corporal.
Habiendo sido tocado por la sensación dolorosa, no la resiste (ni se resiente). Por tanto no surge en él ninguna tendencia subyacente de resistencia en contra de esa sensación dolorosa que pueda llegar a permanecer en su mente. Bajo el impacto de esa sensación dolorosa, no recurre a gozar de la felicidad sensual. […]
Fuente:
Nyanaponika Thera. Meditación Mindfulness sobre las sensaciones. Ediciones Librería Argentina.