“Entender y gestionar la atención es lo más importante para conseguir el éxito empresarial” Tom Davenport (director estratégico de Accenture).
En el trabajo es difícil pasar un rato concentrado en algo: avisos de mails, mensajes de whatsapp, de redes sociales, mensajes de los grupos de Teams o de la aplicación que utiliza la empresa, las llamadas, las interrupciones de los compañeros. Vivimos en la era de las distracciones.
Además está la gran fuente de distracciones: tu propia mente. En el interesante estudio que llevaron a cabo Matt Killignsworth y Dan Gilbert1, en el trabajo, las personas divagan el 47% del tiempo. Hay un potencial enorme de mejora de la productividad.
La gestión de la atención
Hace años lo importante para mejorar la productividad en el puesto de trabajo era la gestión del tiempo y de las tareas. Hoy en día, en la era digital, la era de las distracciones, lo más importante es la gestión de la atención.
La atención es un recurso muy valioso. La atención es la puerta de entrada a tu mente. Aquello a lo que atiendes puede provocar pensamientos, estos decisiones, las decisiones acciones. Son las acciones las que marcan los resultados. La atención puede marcar tu devenir diario. Algo tan importante que lo empiezan a llamar la economía de la atención.
Aprender a gestionar la atención es lo que las tradiciones contemplativas llevan haciendo durante miles de años, pero ahora con un nombre más empresarial.
De tal manera que aprendamos a prestar atención a lo que elijas: escuchar en una reunión, mandar un mail, terminar un informe, escuchar a tu pareja o hijo. Entrenar la mente para estar más en el momento presente.
La atención es una variable de rendimiento en los negocios, hoy más que nunca.
“La facultad de traer de vuelta a la atención dispersa, una y otra vez, es el origen del juicio, el carácter y la voluntad. Nadie es dueño de sí mismo si no posee esta facultad. Una educación que desarrolle esta facultad sería la educación por excelencia.” Williams James.
¿Qué educación desarrolla esta facultad?
Mindfulness.
Solución. Una mente bien entrenada con mindfulness
Los dos entrenamientos básicos de mindfulness son la solución, concentración y consciencia abierta. La concentración te ayuda a pasar de la multitarea a la monotarea evitando las distracciones irrelevantes, economizando tu atención. La consciencia abierta te permite reconocer sin reaccionar las distracciones internas y externas ganando un segundo de ventaja para responder según quieras.
Entrenar la concentración te permite poner la atención en el objeto elegido, evitando distracciones, durante un periodo de tiempo con el mínimo de esfuerzo. Pudiendo estar plenamente presente con las personas o tareas.
La consciencia abierta es darse cuenta de lo que pasa por tu mente y entorno sin que te arrastre. Así elegir en qué focalizar la atención. Al entrenar la consciencia abierta ganas claridad y perspectiva.
Estos entrenamientos mentales se pueden resumir en dos reglas.
Una mente concentrada te ayuda a:
- Ser más eficiente y productivo.
- Estar más calmado al hacer las tareas.
- Evitar a multitarea y pasar a la monotarea.
- Estar presente con la tarea o personas con la que estás.
Un ejemplo. Recién llegado a la oficina tienes 30 minutos para hacer una pequeña presentación porque en media hora tienes una reunión. Además, estás esperando una llamada de un cliente con una respuesta de sí o no para la reunión.
Aplicas la 1ª regla, concéntrate en lo que elijas, en la presentación
Mientras estás concentrado en la tarea tu compañero de oficina empieza a hablar en voz alta por teléfono. Si no has desarrollado la concentración la mente se quedará un rato escuchando la conversación de tu compañero. Si has entrenado la concentración podrás dejar la conversación de tu compañero en segundo plano y seguir con la presentación, siempre que no esté hablando de ti o hablando a voces 🙂
Luego suena un aviso en el móvil. Si no has entrenado la concentración es fácil que cojas el móvil, leas el mensaje y pierdas la buena frase que ibas a escribir en la presentación.
¿Cómo puedes entrenar la concentración? Ejercicios como el escaneo corporal, puntos de contacto, concentración en la respiración son muy útiles para desarrollar la estabilidad de la atención. Cualquier meditación también ayuda. Cada vez que reconoces que estás divagando, sonríes y devuelves la atención a la meditación estás mejorando en concentración.
Pero hay distracciones que debes ignorar y otras a las que tienes que prestar atención y centrarse en ellas. En el ejemplo, la llamada del cliente que estabas esperando. O si aparece tu jefa no le vas a decir: “Estoy haciendo una presentación, shh, calla” 🙂 Necesitas otra regla.
Esta regla te permite darte cuenta cuándo debes dirigir la atención a otra cosa y cambiar de tarea.
Para poder elegir tus distracciones conscientemente necesitas entrenar la consciencia abierta.
La consciencia abierta te permite darte cuenta de lo que pasa en tu entrono y por tu mente sin que te arrastre. Así elegir en qué concentrarte.
Para elegir qué distracciones ignorar y qué distracciones atender necesitas practicar otro tipo de meditaciones. Como concentración y etiquetar, donde estás atento a la respiración y consciente de lo que va surgiendo para etiquetarlo si la atención se desvía. Y consciencia abierta, donde vas reconociendo con aceptación cualquier sonido, sensación, pensamiento que se presenta.
La 2ª regla es como hacerte la pregunta: ¿debo dirigir la atención a esta distracción o dejarla pasar?
Aplicando ambas reglas aparecen tres opciones para gestionar las distracciones:
- Puedes no hacer caso a la distracción, dejarla en segundo plano, y continuar con la tarea.
- Puedes apuntar la distracción para encargarte de ella después.
- Puedes elegir conscientemente centrarte en la distracción. La tarea actual la pospones.
En el ejemplo anterior, suena el móvil, es el cliente que esperabas. Con la 2ª regla eliges cambiar el foco y poner toda la atención en la conversación. No dividir la atención entre la presentación y la conversación, eso es multitarea. Decides conscientemente concentrarte en la llamada dejando lo que estabas haciendo.
Beneficios de entrenar la concentración y la consciencia abierta
Podrás aplicar las dos reglas, eligiendo a qué atender y a qué no. Estarás concentrado y alerta. Así podrás ser más eficiente, aumentar tu rendimiento, disminuirás el estrés. Podrás ganar un segundo de ventaja a tu propia mente, para responder como quieres en vez de reaccionar automáticamente. Estas dos reglas te permiten seguir el camino que quieres y cumplir tus metas.
Contacta para llevar mindfulness a tu empresa.
Las dos reglas para la eficiencia mental están en el libro: Hougaard, R. (2017). Un segundo de ventaja. Mindfulness para organizaciones. Saca lo mejor de ti y de tu equipo. Urano
- Killingsworth, M. A., & Gilbert, D. T. (2010). A wandering mind is an unhappy mind. Science, 330(6006), 932-932. ↩